¡Volvemos a la carga con una
nueva reseña! Si os gusto nuestra review sobre El Hogar de Miss Peregrine para
Niños Peculiares, (que podéis consultar aquí), no os perdáis la nueva sobre su segunda parte. ¿Estará a la
altura de la primera? Invitamos a todos aquellos valientes que no teman algún
que otro spoiler (diminuto, prometido) a seguir leyendo.
La película de Tim Burton
basada en la primera parte dio a conocer esta trilogía en nuestro país. Hasta
su estreno, tan solo contábamos con El Hogar, pero gracias al empujón
cinematográfico y a su campaña de marketing ya tenemos La Ciudad Desolada y La
Biblioteca de las Almas editadas en castellano.
Por suerte, para todos aquellos
que pensaseis como yo que la película lo único que había adaptado del libro era
el título, os traigo buenas noticias: olvidad que esa película alguna vez
existió y leed la segunda entrega. No solo es una sucesora digna de El Hogar,
si no que reúne todos los elementos que hicieron genial a la primera parte y
los multiplica por diez ofreciendo un relato de intriga y acción, habitado por
personajes y criaturas aún más peculiares y, cómo no, más imágenes vintage que
ayudan a que la historia cobre vida. El siguiente párrafo contiene algún que
otro pequeño spoiler. Si no quieres conocer detalles de la historia salta al
párrafo siguiente.
La historia arranca justo donde
lo dejó el Hogar: Miss Peregrine convertida en ave de manera permanente, la
isla de Cailhorm destruida, y Jacob y los niños viajando en barca en medio de
una tormenta con la intención de llegar a Gales y buscar un camino seguro hacia
Londres en busca de Miss Wren, una ymbryne amiga de Miss Peregrine y la única
capaz de devolverla a su estado original. Por si la tarea no sonase difícil, un
ejército de wights persigue a los niños peculiares. El tiempo tampoco es ningún
aliado, ya que si en cuatro días Miss Peregrine no recupera su forma humana
permanecerá convertida en ave para siempre y con ello daría la victoria a los
wights, que reclamarían el control sobre el reino peculiar.
Pero encontrar a Miss Wren en un
Londres en pleno bombardeo Nazi no será tarea fácil, pues el control de los
wights sobre la ciudad incrementa a medida que los alemanes siembran las calles
de bombas. Tan solo los Cuentos Peculiares, un libro sobre el que al parecer
Millard Nunings es un erudito, constituirán su única pista para moverse por una
ciudad desolada en busca de la ymbryne desaparecida. Sin embargo el viaje no
estará carente de peligros y situaciones límite que pondrán la fuerza, le
lealtad, e incluso los sentimientos de los niños peculiares a prueba.
Personalmente, debo reconocer que
el autor se ha superado en esta segunda entrega, y es que ha conseguido crear
una nueva gama de personajes que hacen de este trayecto entre la vida y la
muerte algo memorable, sin olvidar a la vez a los antiguos, a quienes dota de
un nivel de madurez cuya evolución es patente a lo largo de la novela. Hay que
ser un artesano muy experto para mantener a tantos personajes en el papel y que
todos ellos sean relevantes.
También el cambio de escenario ha
beneficiado mucho a la historia. Si bien es cierto que una isla nublada perdida
en mitad del atlántico era sugerente, las nuevas localizaciones no
decepcionarán a nadie: mares embravecidos, bosques encantados, campamentos de
gitanos, una Londres pasto de las bombas… son solo algunas de las
localizaciones que ofrecen una mayor variedad de situaciones que creo que la
trama necesitaba.
Pero estas localizaciones no
tendrían valor alguno de no ser por los personajes que las habitan, y es que un
mayor número de escenarios implica necesariamente un elenco mayor. Y debo
reconocer que, en algunos aspectos, los personajes secundarios me han llegado
más al corazón que los niños protagonistas de la primera entrega. Aunque si fue
una agradable coincidencia o un acto deliberado del autor eso ya lo dejo a
criterio de cada uno.
Para empezar, se echa en falta la
presencia de Miss Peregrine, en mi opinión el mejor personaje de El Hogar. Con
lo que Jacob se convierte en una especie de sucesor de la anciana (sí, en la
versión original es una anciana y no Eva Green) y actúa como nexo entre el resto
de peculiares. Ransom Riggs, no solo se ha limitado a resucitarlos para la
segunda entrega, si no que el lector notará cómo la constante tensión con la
que vivirán en hace mella en ellos. Lo único que podría recriminarle es que
quizá los cambios que experimentan son demasiado severos para transcurrir tan
solo en cuatro días, pero claro, a mí nunca me ha perseguido un ejército de
wights como a Jacob.
Este es otro punto del que se
beneficia la novela. Mientras que en El Hogar la presencia de los huecos y de
los wights era casi anecdótica y se limitaba a las últimas páginas, en Ciudad
Hueca el enemigo aparece desde el minuto cero, y es que los niños peculiares no
dejarán de ser perseguidos un solo instante. Una sensación de tensión, a veces
incluso de angustia que hace que te agarres a sus páginas y no las sueltes
hasta que Jacob y los niños llegan a algún escondite. Los wights, ahora con
rostro, ambiciones y un pasado; suponen una amenaza real, al igual que sus
medios: desde globos aerostáticos hasta perros de presa y sus fieles huecos de
tres lenguas.
Sin embargo, el gran premio se lo
llevan secundarios inolvidables que te harán preguntarte por qué el autor no
les dedicó más páginas. Por ejemplo, al poco de empezar a leer descubrimos que
no sólo existen niños peculiares, sino también animales peculiares. Entre ellos
destaca Addison, un bóxer con gafas de piloto, que fuma en pipa, y que tiene
cierta retórica a lo Winston Churchil. Además de nuevas incorporaciones al
reino peculiar; como los gitanos, aliados incondicionales de las ymbrynes; las
hermanas Sam y Esme cuyos poderes harían temblar a los X-Men y que a la vez
protagonizan algunas de las escenas más tristes de la novela; los hermanos Joel
y Peter o Peter y Joel, no se sabe muy bien quién es quién (es lo que pasa
cuando eres siamés y usas ecolocalización como un murciélago para guiarte en la
oscuridad).
Todos ellos componen un mosaico
de fotografías en blanco y negro que, de nuevo, son las mayores protagonistas
de la novela. La elección de las mismas resulta soberbia, y dicho sea de paso
mucho, más siniestra que la de El Hogar. Algunas como la de un payaso que
dejaría a Pennywise a la altura de David el gnomo, o la de los hermanos Joel y
Peter acechando desde una catacumba cubierta de cráneos realmente ponen los
pelos de punta. Pero este es su cometido. Gracias de nuevo a las fotografías
vemos el mundo de la misma manera que lo ve Jacob, narrador en primera persona
de esta aventura.
Los cambios propios que
experimenta Jacob ante la perspectiva de la muerte, la suya o la de su nueva
familia, sigue siendo el mismo chico que encontramos en El Hogar. No es ningún
personaje carismático de los que se recuerdan por soltar frases profundas. E
incluso en ocasiones, sus reacciones ante sus propios sentimientos hacia Emma o
hacia los acercamientos de la chica rozan lo ridículo. Pero tomar el lugar de
Miss Peregrine no es fácil, y resulta estimulante ver cómo ese papel le queda
grande en vez de lucir sus poderes de niño elegido y derrotar a los malos de un
solo Kamehame.
Finalmente, hay que tener en
cuenta que se trata del segundo libro de una trilogía. En efecto, aunque la
novela se sostiene por sí sola, sus últimas páginas no ofrecen victorias
definitivas, solo más interrogantes. Algo que sienta como una fuerte patada en
una zona dolorosa tras mantenernos los últimos tres capítulos con el alma en
vilo.
Editorial Planeta sabe que el
filón de El Hogar seguirá en auge. Es por
eso que, durante ese tiempo se ha dado prisa en editar el final de la trilogía.
Para esta ocasión, he escrito la reseña en base a la edición americana
original, que sigue siendo tan sublime como lo era su antecesora: sigue
destilando ese aire añejo a libro vintage, como los que encontrarías en una
biblioteca de anticuario. Sin embargo, a la edición española, se ha decidido
dotar a la portada de la estética de la película de Tim Burton, y si bien los
materiales y la fuente son de nuevo correctos, las fotos han sido encogidas
otra vez (movimiento por parte de la editorial que no entenderé). También ha
cambiado de manos la traducción, ahora a cargo de Isabel Murillo Fort, quien
cuenta con una dilatada carrera como traductora para editoriales de prestigio
en nuestro país. No obstante, reitero de nuevo mi consejo: a menos que os
indique lo contrario, leed siempre que podáis el original.
La Ciudad Desolada y La
Biblioteca de las Almas se encuentran ya disponibles en librerías a 14.95€.
Además, para los fans del reino peculiar que se queden con ganas de más,
Planeta también ha editado Cuentos Extraños Para Niños Peculiares, el mismo
volumen con el que carga Millard a lo largo de toda la aventura y que contiene
las mismas historias aparecidas en la Ciudad Desolada así como tantas otras
nuevas. En este caso, el libro aparece bajo el sello de Alfaguara a un precio
de 18.95€.
Londres solo es el principio de
la guerra final. El auténtico desenlace aún está por llegar. Nos vemos en la
Biblioteca de las Almas.
Sombrerero Loco.
Colaborador y esponsor de este blog.